Ayer vi estas fotos a subasta en Christie’s. A mí el rollo fetichista que tanto le gustaba a este fotógrafo británico no me va demasiado, la verdad, pero las fotos son muy buenas. De vez en cuando se ven trabajos suyos en subasta, pero es la primera vez que veo tantos en un solo lote.
Desde que murió (se puso delante de un tren en 2006), su obra se ha revalorizado. Tiene ese toque hortera, de revista glamourosa de los 90, que ahora está de moda.
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